Sólo sirve el "tiki-taka"

Hoy empieza la cuarta jornada de Liga, encajada entre semana de mala manera debido al óptimo calendario futbolístico con el que cada año nuestra siempre bien ponderada Federación Española de Fútbol nos deleita.

Sólamente se han jugado 3 partidos de Liga hasta día de hoy, y ya me echo las manos a la cabeza. La gente ha perdido la perspectiva. Debido al impresionante juego del Barça y de la Selección Española, parece que ahora si no juegan con ese estilo y a ese nivel todos y cada uno de los equipos de primera división, son todos negados para este deporte. Sólo una fórmula es válida, sólo un nivel de resultados es válido, pero han de ir las dos cosas de la mano, porque ganar sin jugar al famoso "tiki-taka" no sirve, y jugar bien sin resultados aún menos.
El caso del Barcelona es singular. El año pasado alcanzó tal nivel de perfección que ha convertido su fútbol en un dogma. Los medios de comunicación, la gente en la calle, los foros de internet, todos desprecian cualquier cosa que no sea el fútbol de orfebrería que realizó el Barcelona el año pasado.
El absurdo llega a tales niveles que ya se cuestiona en la prensa el juego del Real Madrid, que ha ganado sin ningún problema todos los partidos oficiales que ha jugado, con una media goleadora realmente buena y situándose colider junto al Futbol Club Barcelona. Todo eso aderezado con el hecho de que se trata de un equipo nuevo, con mucho margen de mejora.
En el caso del Barcelona todo sigue igual, ganando y generalmente convenciendo, aunque al bueno de Pep no le gustó su equipo el sábado pasado. Debe de ser viral y se habrá contagiado, porque su equipo vuelve a pasearse y a jugar con los rivales.





Pues bien, estoy totalmente en desacuerdo con que la única manera válida de jugar al fútbol sea la del F.c.Barcelona. El juego elaborado y veloz de los azulgrana es una maravilla, y se ha demostrado efectivo, lo cual hay que celebrar; pero hay otras fórmulas de hacer buen fútbol. Y no me refiero al catenaccio y a dusfrutar del fútbol defensivo, que en realidad también es totalmente lícito (Italia tiene unos cuantos Mundiales), sino a diferéntes fórmulas de entender el fútbol de ataque.

El fútbol directo y vertical de los equipos ingleses, que para mí, alcanzó su máxima expresión con el Chelsea de Mourinho, que aún dejó rédito en Stamford Bridge, para que todavía sea un gran equipo. Fútbol a tumba abierta, buscando siempre la portería rival de la manera más rápida posible, ofensivo y con unos jugadores perfectos para llevar a cabo ese fútbol. Los que sostienen que Mourinho es un técnico defensivo que le echen un vistazo a su Chelsea. Ese fútbol me parece igual de válido que el del Barcelona, igual de vistoso e igual de atractivo.
Incluso han habido equipos que han hecho del contraataque una belleza. Sin ir más lejos el Valencia de las dos finales de Champions dominaba esta suerte de manera casi virtuosa; y pese a que el deicado público de Mestalla llegó a veces a silbar a su equipo; en mi opinión ese equipo llegó a la excelencia en ese estilo de juego.

A lo que quiero llegar es que no se puede exigir a todos los equipos que jueguen de una determinada manera. El Barcelona juega como juega por un cúmulo de factores, pero principalmente porque su ideólogo, Josep Guardiola, fue un mediocentro extremadamente inteligente y que siempre entendió el fútbol de esa manera. Sin embargo por mucho que Pep tuviese intención de jugar así, sería imposible si no hubiese coincidido con la presencia de Xavi e Iniesta en el equipo.
De igual manera, el Chelsea nunca hubiese podido desarrollar su modelo de juego si las condiciones físicas de sus jugadores no hubiesen sido las que son. Sin el poderío físico de Lampard, Drogba o Essien difícilmente ese fútbol de roca y velocidad se hubiese visto en Stamford Bridge.
En Valencia no hubiesen hecho del contraataque un arte sin la velocidad e inteligencia de Claudio "Piojo" López o el desplazamiento en largo de Mendieta o Gerard.
Así que corremos el peligro de cargarnos la variedad de estilos en nuestra liga. Si los entrenadores se dejan amedrentar por el coro de palmeros de Guardiola, que desacreditan cualquier otra opción; corremos el riesgo de que los equipos dejen de generarse a través de las posibilidades de sus jugadores, y empiecen a responder a dogmas o modas. Cada equipo es un mundo y no todos los jugadores son válidos para todas las ideas futbolísticas. Disfrutemos de cada equipo a su manera y miremos un poco más allá.

Y ahora, a disfrutar de la jornada!