Hay equipos con los que la palabra amistoso no tiene ningún sentido. Cuando enfrente te encuentras a tipos tan amigables como Salihamidzic o te topas con la hercúlea figura de Amauri, debes saber que hay pocos términos más alejados de la realidad que te espera, que la palabra amistoso. Así ha sido el partido de esta noche, una guerra, en la que se ha repartido estopa de sobra y en la que por algún arranque de suerte no se ha producido ninguna lesión de gravedad. El estado de juego, impropio de dos equipos de la categoría de la Vecchia Signora y del Real Madrid, también añadía un punto más de peligro a un partido casi de alto riesgo.
Los equios italianos son especialistas en sacar el máximo partido a cada una de sus acciones ofensivas, y en este caso ha vuelto a ocurrir, pese a que el Real Madrid ha llevado el peso del encuentro y ha mejorado en la transición del balón y en velocidad de circulación, sobre todo por medio de Cristiano Ronaldo; la Juventus se ha aprovechado de la debilidad del Real Madrid a balón parado y del bajón físico de la segunda mitad para hacerse con el partido y ganarse el pase a la final del domingo contra el Aston Villa.
El partido nada más empezar ya ha dado muestras de lo que iba a ser cuando Camoranesi recién empezado el partido ha embestido con bastante "entusiasmo" a Drenthe, librándose extrañamente de la amonestación, pero dando a entender lo que iba a pasar durante todo el partido. Aún estaban los dos equipos enseñándose los dientes cuando en una falta cometida por Miguel Torres, Del Piero ponía una rosca en el corazón del área que remataba Cannavaro ante la estupefacción del bueno de Dudek, que parecía Edward Norton preguntándose que demonios pintaba él allí. Esta vez el error defensivo fue de Cristiano Ronaldo, que se quedó enganchado habilitando el remate del jugador napolitano, que por cierto no celebró demasiado el gol.
A partir de ese momento es cierto que el Real Madrid ha jugado una primera parte mucho más cercana a lo que debe de ser esta temporada el equipo blanco, con toques rápidos y entrando por bandas con bastante aseo sobretodo por medio de Cristiano Ronaldo y de un sorprendente Drenthe, que ha cuajado uno de los partidos más sobrios (no es demasiado difícil) desde que llego al Madrid. Además hay dos jugadores que invitan al toque rápido y a los apoyos, Esteban Granero y Karim Benzema, que aunque hoy no han estado tan bien como en partidos anteriores, tienen una pinta estupenda.
Con asociaciones de este tipo llegaron varios remates de Granero, Raúl y sobretodo una buena jugada de Guti, que Buffon paró demostrando que sigue siendo de los mejores. El partido se decantaba del lado blanco aunque el centro del campo empezaba a apuntar algunas carencias que en la segunda parte se confirmaron. Lass no hizo un buen partido, aunque en la recuperación se mostró eficaz como siempre, tuvo muchos problemas en la salida del balón, y Guti, algo adormilado esta pretemporada jugó co altibajos, combinando momentos en los que dirigía rápido con otros en los que frenaba la jugada de ataque. Es complicado cuando tu centro del campo y tu linea de ataque juegan a velocidades diferentes. El único centrocampista que pareció entender esto fue Granero, aunque fue de más a menos. En la Juventus de Turín, el entusiasmo de Camoranesi y el talento de Giovinco (ojo a este jugador) sostenían el juego de ataque de los turineses. Aún y así el Madrid mejoraba cuando se acercaba al área de Buffon, y después de mucho rondar, un pase interor de Cristiano Ronaldo a Raúl acabó con un penalty inocentón de Chiellini. El jugador portugués lo envió a las redes con un disparo tibio y al centro.
El panorama había cambiado sensiblemente, y el dominio del Real Madrid se unía a este gol para aumentar el optimismo de la parroquia blanca de cara a la segunda parte. Sin embargo el Real Madrid esta pretemporada se encuentra encerrado en el día de la marmota y cuando quiere darse cuenta está sacando el balón de sus redes por culpa de una jugada a balón parado. Así que empezó la segunda parte exactamente igual que la primera, con un gol de Salihamidzic a saque de córner de Del Piero. El bosnió se desenganchó bien de su marca y cabeceó realmente bien en el primer palo. Los de Pellegrini intentaron reaccionar como en la primera parte, pero el juego cayó en calidad, el equipo se estiró y se atascó una y otra vez por el centro. Pese a esto, Raúl enganchó un remate a la remanguillé que fue a parar al palo, aunque si hubiese visto a Benzema absolutamente solo en boca de gol, hubiese subido el empate al marcador.
Pellegrini intentó cambiar la dinámica cambiando la linea de ataque entera, dando entrada a Negredo e Higuaín por Raúl y Benzema. El bueno de Higuaín está totamente perdido esta pretemporada. No se si es por falta de forma o por sentirse agraviado de ser suplente habiendo sido netamente superior a otros jugadores la temporada pasada, pero está claro que el Pipa anda nervioso. Tiene problemas de compatibilidad con Benzema, ya que ambos jugadores tienen mucha movilidad y en ocasiones cruzan sus trayectorias molestándose mutuamente.
Así el Madrid bajó su rendiemiento y el partido entró en fase de guerra de guerrillas, con los jugadores perdidos en batallas personales y con el juego detenido demasiado a menudo. Solo Cristiano Ronaldo parecía ajeno a esta dinámica y seguía empeñado en ganar el partido a costa de lo que fuera. En este ambiente los jugadores de la Juventus se desenvuelven como pez en el agua. Camoranesi, Salihamidzic, Amauri, Chiellini son jugadores con los que uno se puede ir seguro a cualquier batalla y en eso se había convertido el partido.
Tanto había subido la intensidad del partido, que en el minuto 89, Grygera estuvo a punto de cargarse de un plumazo los planes de rentabilidad de Florentino Pérez, cuando cometió una entrada salvaje sobre la rodilla de Cristiano Ronaldo. Con la pierna apoyada en el suelo el portugués recibe un plantillazo criminal que podría haberle causado una lesión de extrema gravedad. Una acción que sin duda merecía la roja directa y que se saldó con amarilla y el público blanco temiendo por la salud de su nuevo crack. De manera increible el 9 blanco volvió al terreno de juego, aunque algo renqueante. En los minutos finales Salihamidzic y él se las tuvieron tiesas, con el bosnio desquiciando al portugués, que acabó citándolo en el vestuario, para tomar unas cañas, se supone.
El Real Madrid apunta cositas, pero es evidente que todavía está muy verde. Tiene muy buenos mimbres pero queda mucho trabajo y gente nueva a la que acoplar. Y el problema a balón parado es algo que Pellegrini debe solucionar, porque los 5 goles que ha recibido el Real Madrid en esta pretemporada son en jugadas de este tipo, una sangría que se debe detener y que es responsabilidad directa del entrenador. La Juventus, sin Diego, y con el retoque de Felipe Melo, ha sido el mismo equipo del año pasado, un equipo con mucho oficio y mala leche, pero justito de talento, y de moemnto con eso le ha valido para imponerse a este Madrid en estado embrionario.
Sin embargo es cierto que hay detalles que invitan al optimismo en la casa blanca y es el aumento de la velocidad con la que se juega arriba y el hecho de contar en sus filas con jugadores que por sí solos pueden desatascarte un partido complicado.
La incógnita es cuando llegue Kakà quién saldrá del equipo, y como se va a solucionar la diferencia de lenguaje entre el medio campo y el ataque. Porque Granero tiene todos los números para ser el sacrificado, y hasta el momento ha sido quién mejor ha sabido interpretar ese papel.
